01- sudo apt-get remove “nombre-del-paquete”
02- sudo apt-get purge “nombre-del-paquete”
03- sudo apt-get clean “nombre-del-paquete”
Lo que estamos haciendo es lo siguiente, en el paso uno le pedimos que nos desinstale el paquete elegido, en el paso dos que borre los archivos de configuración de ese paquete y por último, en el paso tres, que elimine del disco los archivos descargados para la instalación (si pensamos volver a instalar este paquete y nos sobra espacio en el disco no haría falta hacer este último paso, pero si quieres mantener tu Ubuntu limpio, sería recomendable.)
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